La poliomielitis tuvo un impacto significativo en la sociedad mexicana a mediados del siglo XX, afectando la vida familiar, social y médica del país. En este contexto, el presente estudio analiza un conjunto de caricaturas publicadas en El Sol de Guadalajara entre 1955 y 1962, con el objetivo de examinar cómo la enfermedad fue representada y percibida por la población. A partir de un enfoque iconográfico, se argumenta que estas caricaturas no solo reflejaron la preocupación social ante la enfermedad, sino que también contribuyeron a la concienciación pública y a la promoción de medidas preventivas, especialmente la vacunación infantil. Se argumenta que la caricatura editorial funcionó como una herramienta de comunicación que, a través del humor y la crítica, permitió visibilizar el problema sanitario y fomentar el debate público. Finalmente, se concluye que estas representaciones visuales jugaron un papel clave en la forma en que la sociedad jalisciense comprendió la poliomielitis y en la adopción de estrategias para su prevención.
Poliomyelitis had a significant impact on Mexican society in the mid-20th century, affecting family, social, and medical life across the country. In this context, the present study analyzes a set of cartoons published in El Sol de Guadalajara between 1955 and 1962, aiming to examine how the disease was represented and perceived by the public. Through an iconographic approach, it is argued that these cartoons not only reflected social concern about the disease but also contributed to public awareness and the promotion of preventive measures, particularly childhood vaccination. It is further contended that editorial cartoons functioned as a communication tool that, through humor and critique, made the health issue visible and fostered public debate. Finally, it is concluded that these visual representations played a key role in shaping how Jalisco's society understood poliomyelitis and adopted strategies for its prevention.
- Análisis iconográfico;
- caricatura;
- concienciación social;
- editorial;
- poliomielitis;
- salud pública;
- siglo XX.
- Editorial cartoon;
- iconographic analysis;
- poliomyelitis;
- public health;
- social awareness;
- 20th century.
Introducción
Se han dedicado muchas páginas a describir la ciudad de Guadalajara desde diversos aspectos: el origen de la ciudad y la traza urbana, su estructura productiva y economía, su arquitectura, educación, su industria, entre otros. En temas relacionados con la medicina, la salud y las epidemias, son referentes los trabajos de Z. Melchor y D. Melchor (Melchor, 2018; Melchor y Melchor, 2019), quienes analizan las acciones de salud pública en el estado en el periodo entre 1917 y 1943. Asimismo, Carbajal (2016) se ha dedicado a investigar los efectos que tuvieron las epidemias de sarampión, cólera y viruela en las parroquias del obispado de Guadalajara durante el primer tercio del siglo xix. De igual manera, los estudios de Oliver (1986, 1992) sobre la epidemia de cólera morbus de 1833 en Guadalajara y el origen del Hospital Real de San Miguel Belén, así como el trabajo de Quezada (2022) sobre las epidemias de viruela y matlazáhuatl en Guadalajara, 1734-1738, son de gran importancia para quienes quieran iniciar este tipo de indagaciones. Para el caso de enfermedades que tuvieron presencia a comienzos y mediados del siglo XX como la poliomielitis, estas han recibido un nulo estudio por parte de los historiadores de la medicina y de la salud.
La poliomielitis se representó en el imaginario popular en Jalisco bajo la forma de ataque infantil, compartiendo espacio con otras patologías que, hasta los años cincuenta del siglo XX, fueron responsables de la elevada mortalidad infantil; la polio, junto con la difteria y el sarampión continuaban causando en el país y en el estado, alarmantes estragos en los niños.1 Nuestra intención es observar otra faceta de la historia de la salud de la ciudad de Guadalajara que ha sido poco trabajada hasta ahora y en esta línea hemos decidido acercarnos a la enfermedad y su representación en la caricatura. La mejor forma de explicar a los padres y a los más pequeños sobre una enfermedad es acudir a las imágenes, y que mejor que la caricatura de tipo editorial para comunicar y concientizar.
Como señala Borregales (2017, p. 114), las viñetas constituyen una producción creativa que engloba arte y lengua, imagen y pensamiento; sirven para entretener, reír, exagerar, enaltecer, homenajear, así como para reflexionar, problematizar, opinar, denunciar, criticar, censurar, y lo más importante de todo: informar. Se trata de llamar la atención, de enterar a la población sobre una gama de problemas, entre ellos los de salud. En opinión de Ortiz (2000, pp. 89-90), la caricatura es adecuada por que está en condiciones de decirnos muchas más cosas de una sola vez que la imagen realista. Dicho de otra forma,
a la caricatura se le entiende como un espacio donde lo gracioso y lo risible, las personas o situaciones son criticadas y expuestas al juicio de sus contemporáneos. Desde su aparición, ha sido utilizada como vehículo para expresar y arma para atacar. (Gantús, 2007, p. 206)
Pero también se ha utilizado como un recurso para concientizar al lector sobre algunas enfermedades; para el caso que nos interesa: la poliomielitis también conocida como parálisis infantil o polio. Con el objetivo de dar a conocer la enfermedad entre los lectores, El Sol de Guadalajara publicó en sus páginas entre 1955 y 1962 una serie de caricaturas referentes a la enfermedad con el propósito de comunicar y Carlos Valenzuela fue el caricaturista encargado de elaborarlas intentando influir y concientizar en la opinión de sus lectores para “generar ciertas percepciones en torno al terma o asunto” (Gantús, 2009, p. 88).
Valenzuela personificó a la enfermedad como la muerte, una figura descarnada, esquelética, usando en la mayoría de los casos un manto negro y que “anda por el mundo sorprendiendo a los hombres, a las mujeres, a los niños que, independiente de la condición social, los hace todos iguales” (Westheim, 2005, p. 74). La poliomielitis demostró que no respetaba lugar, edad, sexo o condición social, cualquier persona se podía infectar, incluso la enfermedad se propagó en algunos pueblos indígenas. Pronto una nota de El Sol de Guadalajara informaba sobre un brote de dicha enfermedad entre los grupos indígenas tzeltales y tzotziles de Chiapas.2
La poliomielitis es una de las enfermedades que llevaba contagiando a los humanos desde tiempos antiguos y su impacto durante el siglo XX fue gigantesco. Su transmisión se producía con más frecuencia por la vía fecal-oral, usualmente debido al lavado de manos inadecuado o al consumo de alimentos o agua contaminados, y por las secreciones respiratorias que atacaba durante el verano (junio a septiembre). Aunque el hombre es el único huésped natural, el poliovirus - como se denominó al causante - tuvo una inclinación por los niños menores de 5 años; sin embargo, también se presentaron casos en adultos, como aconteció con Antonio Torres Chávez de 42 años o con Miguel Llamas Dávalos de 55 años.3 Ambos fallecieron al presentar poliomielitis en la forma espino-bulbar.4
En México, pese a que se tenía conocimiento de la existencia de esta enfermedad desde décadas antes (Gómez y Rodríguez, 2022, pp. 3-6), fue hasta el año de 1925 que se registraron los primeros casos formales dentro del sistema de salud respecto de la poliomielitis en México (Carrillo, 2011, p. 247). En el año de 1946 mostró su carácter epidémico, pues afectó a más de 9 000 niños de 0 a 4 años, en su mayoría en la ciudad de Orizaba, Veracruz, México, en un brote que duró 10 años (Álvarez et al., 1960, p. 684); desde entonces aparecieron brotes más cortos sin un patrón de incidencia fija. Una de las mayores epidemias se produjo en el año de 1951 cuando se diagnosticaron 1 834 casos de poliomielitis paralítica con 371 defunciones; Jalisco presentó para esta fecha 105 casos (Tiznado, 2021, p. 78).
San Juan de los Lagos fue el primer municipio del estado en donde se reportaron los primeros cuatro casos,5 y se extendió rápidamente, siendo impotentes las autoridades de la Secretaría de Salud y Asistencia para detener su avance. Se establecieron puestos sanitarios dotados de medicamentos, aparatos y personal médico y de enfermería para ejercer un control efectivo sobre los casos de polio que se estaban presentando y contener el avance de la enfermedad. Tlaquepaque fue la segunda localidad en reportar otro caso: la víctima fue un masculino de año y medio de edad con domicilio en Prisciliano Sánchez número 167 de San Pedro Tlaquepaque.6
Las autoridades sanitarias señalaban que la única arma efectiva contra la poliomielitis era la higiene, por lo que se recomendó a la población el aseo de las casas y la higiene personal como el baño diario y lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño y usar ropa limpia; asimismo la destrucción de los basureros y limpieza de muladares, eliminación de animales nocivos para la salud como roedores e insectos y el que era considerado el enemigo más letal de la humanidad: la mosca, ya que se tenía la seguridad de que este insecto era vehículo de contagio al portar en sus patas, en sus alas y en su trompa los gérmenes de numerosas enfermedades, entre ellas la polio.7 Igualmente se pidió evitar aglomeraciones y lugares encerrados, la fatiga excesiva en el infante y enfriamientos; que al primer síntoma de fiebre o nauseas en el niño debían acudir al médico quien se encargaría de dar un diagnóstico preciso, y que el enfermo guardara reposo absoluto, acostándolo temprano, no permitirle hacer ejercicio y no friccionar sus extremidades.8
La enfermedad se declararía erradicada en México a partir de 1994, después de registrarse el último caso en el estado de Jalisco en el año de 1990, 34 años después del inicio de la vacunación antipoliomielítica en el país. Para lograr este cometido, fue necesario el trabajo en conjunto de numerosas instituciones gubernamentales de salud, nacionales e internacionales, el apoyo de la Iglesia y el Ejército, sin olvidar el apoyo de asociaciones civiles y de miles de voluntarios entre niños y adultos. Sin embargo, no se trató de un proceso simple, se tuvieron que implementar distintas estrategias para evitar los diversos obstáculos que se presentaron a través de esas tres décadas que iban desde su venta (en 1956 la vacuna Salk tenía un costo de 5 pesos 22 centavos por dosis),9 número de dosis insuficientes,10 desconfianza de la población: la poca participación de los padres de familia en las campañas,11 “hasta las dificultades de acceso debido a las características geográficas de algunas zonas del país” (Tiznado, 2021, p. 48).
El Sol de Guadalajara y las caricaturas
La publicación de noticias12 en un periódico es de gran importancia porque mantiene a los lectores informados sobre temas actuales en el nivel local y nacional. Varias de las noticias que se publican vienen acompañadas de una fotografía o una caricatura, esto con el objetivo de ofrecer al lector en forma gráfica una versión resumida de la noticia que lo haga reflexionar sobre lo que está viendo. La función de la caricatura de tipo editorial es llamar la atención sobre determinados temas de interés, principalmente de aquellos asuntos que tengan que ver con la salud y la medicina.
Para entender la manera en que se difundieron las noticias y las caricaturas sobre la poliomielitis, se consultó el periódico El Sol de Guadalajara publicado en la ciudad de Guadalajara, Jalisco y que perteneció a la Organización Periodística García Valseca, “empresa de periódicos y revistas creada por José García Valseca, exmilitar que participó en la Revolución Mexicana y cuya empresa llegó a contar con 37 impresos entre diarios y revistas en circulación nacional y conocidos como los soles” 13 (Gil, 2021, p. 169). Se eligió este diario por contar con una amplia trayectoria, la cual va del 12 de enero de 1948, fecha de su creación,14 hasta el 28 de febrero de 2015 cuando dejó de circular.
Desde el primer número, la tirada del periódico fue diaria, emitiéndose a primera hora de la mañana, alcanzando a un gran número de lectores gracias a su contenido variado y en constante actualización con un análisis periodístico profundo. Durante el primer año de existencia (1948), su precio fue de 5 centavos, para el año de 1949 cada ejemplar tenía un costo de 10 centavos y solamente el dominical costaba 20 centavos, ya que esta era la edición que traía el suplemento con las tiras cómicas a color de personajes de ciencia ficción como Paquito, Pepín, el Murciélago y Robín, el Fantasma, entre otros. Derivado del incremento de costos en las exportaciones de papel y complementos, el viernes 20 de mayo de 1949 se informó sobre el incremento en el precio, aumento que se vería reflejado el lunes 23 de mayo de 1949 al costar 15 centavos y la edición dominical 30 centavos. Los lectores aceptaron este aumento y don García Valseca, editor presidente de la cadena de diarios que lleva su nombre dirigió un mensaje de agradecimiento.15
La primera dirección del periódico estuvo a cargo del periodista Salvador Borrego ampliamente conocido por su postura ideológica ultraderecha por lo que desde el principio el periódico tuvo una línea editorial clara como “gobiernista y oficialista vinculado al proceso de legitimidad de los gobiernos en turno, de los principios emanados de la Revolución Mexicana, de la figura presidencial, del PRI, e inscritos en las disputas ideológicas de la época” (Gil, 2021, p. 179), aunque en opinión del Lic. Javier Valle Chávez,16 último director del periódico, El Sol de Guadalajara fue creado siempre del lado de la sociedad, defendiendo las causas sociales y comprometido con sus lectores en informar la verdad; por consiguiente, la publicación de caricaturas referente a la poliomielitis fue una de las prioridades del periódico.
En definitiva, era clara la postura de El Sol de Guadalajara ante sus lectores y su director García Valseca lo tenía muy en claro al expresar: “Quiero un diario metropolitano (porque traería a Jalisco los adelantos de la capital) para los jaliscienses”. Un diario moderno para Jalisco, hecho con gente de Jalisco, un diario que habría de distinguirse no solo por las noticias que publicará, sino por “cómo” las publicará, incluyendo sus caricaturas.17
Para el tema que estamos abordando, vemos como la caricatura de tipo editorial es un género artístico esencialmente periodístico, cuyo propósito es manifestar con trazos y dibujos la opinión de su periódico acerca de los acontecimientos de máxima actualidad. Es mediante la caricatura que la publicación penetra en el pensamiento de los lectores haciendo comprensible el mensaje que necesita hacer llegar; se vuelve un instrumento de conocimiento de primera mano, ya que transmite información que no captura la prensa escrita.
Existen diversos tipos de caricatura, y cada uno retratan un momento específico del día. De acuerdo con Liébana (2019, p. 11), estas se dividen en: a) caricatura política, centrada en cuestiones políticas representando a los políticos; b) caricatura social, que tiende a representar una serie de personajes en situaciones de la vida común; c) caricatura deportiva, enfocada a las acciones y logros de personajes dedicados a una actividad física que involucra reglas o normas, y d) caricatura costumbrista, que retrata escenas de costumbres populares en la que aparece una carga de sátira que la convierte en una observación irónica de la vida.
La caricatura editorial se volvió un medio para expresar una opinión y un elemento importante dentro del periódico, porque fue a través de la imagen que diarios como El Sol de Guadalajara mostraban su opinión sobre un tipo de acontecimiento de actualidad, para el caso, un problema de salud pública. En este sentido, “las imágenes nos ‘dicen’ algo y tienen por objeto comunicar” (Burke, 2001, p. 43). Además de contener un mensaje fuerte y claro y exagerar en los rasgos de los personajes que se dibujan. Una de sus principales características es su abordaje en temas de actualidad y que están relacionados con la política y la sociedad; sin embargo, aquellas caricaturas que abordan la salud y la enfermedad son muy escasas, solo en los tiempos del Covid-19 hubo una importante producción de caricaturas en periódicos nacionales e internacionales en donde se invitaba al público lector a la reflexión y a reírse de los hechos aliviando la tensión y ansiedad del encierro.
Por este camino fue como nos dimos a la tarea de buscar en periódicos locales del estado si se habían publicado caricaturas de la enfermedad, y para poder realizar este trabajo visitamos la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco “Juan José Arreola”, específicamente la Hemeroteca Histórica. En este lugar, los usuarios pueden solicitar y consultar periódicos de Jalisco, algunos periódicos de los estados de la República Mexicana y la Ciudad de México y prensa jurídica de los siglos XIX y XX. Además, se resguardan boletines, leyes y decretos del Estado de Jalisco, y sus correspondientes al ámbito nacional.
Instalados en este lugar, solicitamos al personal encargado18 el material correspondiente y comenzamos a inspeccionar página por página dos periódicos de gran trayectoria en el estado: El Informador (fundado en el año de 1917) y El Sol de Guadalajara (creado el 12 de enero de 1948), concretamente en el periodo 1948 a 1962, ya que fue durante estos años cuando se comenzaron a registrar por parte de la Secretaría de Salubridad y Asistencia de Jalisco los primeros brotes en el país y en el estado, y por consiguiente, la publicación por parte de los periódicos, de noticias y caricaturas sobre la enfermedad; sin olvidar el arribo de las vacunas.
En El Informador no se localizaron caricaturas o imágenes sobre la poliomielitis en los años que nos propusimos revisar; no obstante, fue en El Sol de Guadalajara donde localizamos 44 caricaturas (véase Tabla 1), de las cuales se eligieron 6 correspondientes con los años de nuestro periodo de estudio (1955-1962), al ser las más representativas y las que mejor reflejaron la situación sobre la enfermedad en el estado de Jalisco. Hay que tener en cuenta que de 1946 a 1955 el coeficiente de poliomielitis paralítica en México y en Jalisco comenzó a mostrar una tendencia ascendente y a llegar a cifras inquietantes.
Año | Mes | Caricaturas |
---|---|---|
1949 | 6 de julio, 27 de agosto, 29 de septiembre y 5 de octubre | 4 |
1950 | 16 de marzo | 1 |
1951 | 19 de junio, 30 de junio y 27 de julio | 3 |
1952 | 3 de marzo y 24 de marzo | 2 |
1953 | 10 de marzo y 13 de abril | 2 |
1954 | Ninguno | 0 |
1955 | 24 de octubre | 1 |
1956 | 25 de febrero, 28 de abril, 4 de mayo, 31 de mayo, |
8 |
1957 | 15 de enero, 8 de marzo, 2 de mayo, |
12 |
1958 | Ninguno | 0 |
1959 | 9 de abril, 21 de mayo, 28 de mayo, 3 de junio y 23 de junio | 5 |
1960 | 8 de octubre y 27 de octubre | 2 |
1961 | 20 de marzo, 19 de agosto y 11 de septiembre | 3 |
1962 | 25 de octubre | 1 |
Total | 44 |
Fuente: Elaboración propia con base en los datos obtenidos en El Sol de Guadalajara (1949-1962).
En el año de 1951 se desarrolló la epidemia de poliomielitis conocida también como Parálisis Fláccida Aguda (PFA), siendo una de las más grandes que azotó nuestro país en el siglo xx. La poliomielitis no era una enfermedad nueva en nuestro territorio: las primeras noticias se reportaron en el siglo XIX; después en los años de 1946, 1953 y 1955, y nuevamente con mayor intensidad en el año de 1959, dejando a su paso una gran cantidad de enfermos y arrojando cifras de afectados que no se habían manifestado anteriormente. El número oficial ascendió de 1 877 personas infectadas y 232 niños fallecidos.
En el periodo de 1959 a 1962 el responsable de la mayoría de los casos fue el poliovirus tipo i al pertenecerle 76.29% de los casos; 12.05% correspondió al tipo ii, y 11.66% al tipo iii.19 Para este último año, el número de casos bajó a 483 gracias al uso de la vacuna Sabin oral trivalente.
Para la lectura de las caricaturas, nos apoyamos en el método iconográfico e iconológico del historiador del arte alemán Erwin Panofsky (1892-1968), quien sentó las bases de un método iconográfico al concebir la iconografía como una historia del arte de los textos y de los contextos (Rodríguez, 2005, p. 4). Fue el creador de la sistematización de la iconología por medio del método interpretativo de la imagen o análisis de una obra de arte comprendiendo tres niveles para su análisis que son:
Nivel primario o natural. Uno observa la obra de arte de manera inmediata y espontanea careciendo de todo conocimiento y el observador trata de identificar elementos visuales como colores y figuras.
Nivel secundario o convencional. El observador analiza la obra y todos los elementos que la componen. Se estudia la manera en la cual bajo qué condiciones históricas o conceptos fueron expresados o realizados los objetos que acompañan la obra.
Nivel intrínseco o contenido. Bajo que condiciones históricas se realizó la obra de arte y todos los objetos que la acompañan (Bermúdez, 2002, p. 18).
Consideramos útil para nuestro análisis el nivel de significación intrínseca o contenido, ya que nos permitió descifrar los ejes temáticos de las imágenes en un nivel más profundo, apoyándonos en un conocimiento cultural e histórico para conectar con los objetos que se encuentran en la caricatura. Esta interpretación tiene como propósito encontrar los valores simbólicos e históricos partiendo de las imágenes, historia o alegorías identificadas en el iconográfico (Bermúdez, 2002, p. 23). Dicha interpretación se basa en fuentes como documentos religiosos, históricos y en tratados filosóficos, ya que se busca descubrir los significados más profundos de la obra de arte.
Es importante mencionar que El Sol de Guadalajara otorgó a la enfermedad una cobertura extraordinaria, publicando espacios informativos a veces cortos y en otras excesivamente amplios, ubicándolos en las zonas privilegiadas del periódico: Primera Plana y sección Editorial. En cuyo caso, la caricatura se inserta como parte complementaria de la información al amenizar al lector con humor y fomentar el debate sobre el tema.
La periodización propuesta para este trabajo responde a la derivada de las fuentes escritas que hemos hallado respecto de la enfermedad en México. Dicha extensión en el tiempo que hemos escogido 1955-1962, se plasma en un compuesto de imágenes que además de ser muy atractivo visualmente, nos permite apreciar como el caricaturista representó y percibió el desarrollo de la enfermedad en Jalisco, creando un imaginario en torno a la figura de la poliomielitis. Para comprender este escenario, la caricatura editorial resulta un documento fundamental, cuya lectura y desciframiento permite entender la época en estudio. “Es un recurso que permite descubrir la forma en que se generaban determinados imaginarios en torno de ciertos acontecimientos del momento” (Gantús, 2009, p. 19).
La regularidad con que fueron publicadas las caricaturas no fue constante; al revisar nos percatamos que la mayoría fueron publicadas entre los meses de junio y agosto, siendo poco frecuente a principio y final de cada año. Esto se debió a que la poliomielitis manifestó un patrón epidemiológico característico presentándose en forma epidémica, con brotes de importante magnitud cada dos años, siendo su frecuencia más alta durante las estaciones de verano y principio de otoño; esto es en los meses de junio, julio, agosto y septiembre.
En la historia de la poliomielitis el año de 1916 fue una fecha clave, ya que fue en el verano cuando se produjo en el estado de Nueva York, Estados Unidos, una de las peores epidemias de la enfermedad. “Hubo 9,000 casos y 2,000 murieron. Los que sobrevivieron, quedaron con parálisis permanente” (Wyatt, 2011, p. 13). Por supuesto que dependiendo de la gravedad de la situación o cómo se estaba desarrollando la enfermedad en el estado de Jalisco, el caricaturista elaboraba el dibujo y lo mandaba a la editorial. Una cualidad del dibujante es estar al tanto de la actualidad nacional e internacional en todos los ámbitos. Como afirma Borregales (2017, p. 112), las caricaturas son una de tantas fuentes que la historia toma para averiguar y extraer el conocimiento pertinente y son un medio no letrado para hacer conciencia de la gravedad del problema.
La caricaturización de la poliomielitis
La revisión de este diario nos mostró como dio cuenta de las epidemias de poliomielitis que ocurrieron en México y en Jalisco a mediados del siglo XX y como el uso de la caricatura es de particular atención, ya que fue a través de este medio que se informó sobre la existencia de una enfermedad que afectaba a niños menores de 5 años y el arma para combatirla: la vacuna. Si se buscaba comunicar a la población, el uso de materiales como guías, hojas informativas, carteles, folletos, caricaturas, entre otros medios, proporcionaron información acerca de la promoción de la salud, la prevención de enfermedades, modalidades de tratamiento y autocuidados (Camaño y Martí, 2016, p. 106).
La caricatura de la enfermedad comenzó a tener un protagónico en las páginas del periódico cuando esta alcanzó un carácter epidémico. Carlos Valenzuela fue el dibujante a cargo de realizar la mayoría de las caricaturas de la enfermedad incluyendo esta primera caricatura que se publicó el 24 de octubre de 1955 en la primera sección, página 2 (véase Figura 1) y que lleva por título: ¡Barramos con ella!, cuya figura central predominante es una escoba grande e imponente que tiene la función de barrer y limpiar la suciedad, la inmundicia, la basura que comúnmente se encuentra en el suelo. En la imagen se aprecia como esta escoba barre tiraderos de basura y desperdicios integrado por latas vacías, envases, residuos de cosas sólidas, tierra seca que levanta nubes de polvo, pero lo más importante, es que está barriendo la enfermedad representada por una figura esquelética usando un manto rústico y que se encuentra muy atenta con su rostro descarnado a la acción de la escoba. En uno de los pliegues del manto de la figura se lee la palabra “polio” (apocope de poliomielitis).
La poliomielitis está representada por la muerte, aquella enfermedad que se presentaba en el verano infectando a niños y adultos paralizando los músculos que ayudan a la respiración (diafragma e intercostales), causando insuficiencia respiratoria y el fallecimiento de su portador. Un grave problema para la salud de los habitantes del estado fue la existencia de decenas de lotes baldíos convertidos en basureros y con montones de desperdicio que se acumulaban en las calles donde se podía prever el desarrollo de graves epidemias. Abajo de la caricatura se lee el mensaje: “El arma más eficaz contra la polio es la humilde escoba”, utensilio eficaz y una gran aliada para la limpieza y la higiene. Una noticia publicada en El Sol de Guadalajara el 18 de septiembre de 1949 mencionaba la importancia de la higiene como arma eficaz contra la poliomielitis.
Para llevar a cabo las tareas de higiene y limpieza, el 22 de octubre de 1949 se creó un Comité Pro-Aseo que tuvo la responsabilidad de mantener la limpieza en cuarteles, manzanas y cuadras, instalando 100 colectores de basura en las principales calles de Guadalajara y colocando en las entradas de los comercios cartulinas con leyendas en donde se indicaba el aseo de los espacios, la eliminación de las moscas, no acumular basura en un solo lugar, barrer todos los días, entre otras acciones que mantendrían a Guadalajara aseada, pudiendo recuperar la denominación “perla de Occidente”.20
Especialistas en epidemiología señalaban que la única manera eficaz de contener la propagación de la enfermedad estaba en lograr que “nuestro pueblo sea más limpio pues la inmundicia facilita la extensión de la enfermedad, la campaña nacional contra la parálisis infantil, más que médica, deberá ser de limpieza”.21 De acuerdo con estos especialistas, la polio había podido desarrollarse debido a la falta de higiene prevaleciente en la mayor parte de las poblaciones del país, insalubridad originada por la falta de agua potable, drenaje y limpieza,22 y si a esto le agregamos establos y zahurdas dentro del perímetro urbano, así como lotes sin bardear convertidos en basureros y los montones de desperdicios que se acumulaban en la calle, podía preverse que en la temporada de calor se desarrollarían en Guadalajara graves epidemias, principalmente de poliomielitis. El título de la nota del periódico era muy directo: “Guadalajara, mugrosa, expuesta a las epidemias”.23 La Secretaría de Salubridad y Asistencia de Guadalajara reportó 112 casos para todo el año de 1955 (Tiznado, 2021, p. 78).
Por último, al fondo de la imagen, arriba de la figura de la polio se asoman dos chapiteles (estructuras en forma de obeliscos) y que forman parte de las torres que conforman la Catedral Metropolitana de Guadalajara o Catedral Basílica de la Asunción de María Santísima. Este elemento lo vamos a ver muy presente en la mayoría de las caricaturas que vamos analizar. Son el símbolo de la ciudad y de la religión católica a la que pertenece la mayoría de los tapatíos, entre ellos el caricaturista que las representó dibujando dos conos con una cruz arriba. Son la fe del pueblo de Jalisco; la Catedral es uno de los principales templos de la Iglesia católica en México y un instrumento de comunión con Dios.
Su función dentro de la caricatura es que el mensaje propagado sea comprendido o asimilado con cierta facilidad por el público lector y que la fe católica está presente y atenta en todo acontecimiento, incluyendo en infortunios como las epidemias que alcanzaron a muchas personas. Su acción abarcó que las autoridades eclesiásticas católicas confiaran a médicos dirigir campañas de prevención e información ante enfermedades. Por ejemplo, le encargaron al médico ortopedista Alejandro Velasco Zimbrón dirigir una campaña nacional de orientación hacia las clases humildes para que tomaran precauciones contra la terrible parálisis infantil.24
Para 1956 muchos de los habitantes se quejaban de las condiciones de insalubridad en las que se encontraban viviendo. Había quejas por falta de agua potable y drenaje como ocurrió en la colonia de la Habitación Popular, que por falta de drenaje en los lavaderos públicos ubicados en la calle de Atotonilco se formaban charcos de agua contaminada originando enfermedades de origen hídrico y el temor de que surgieran epidemias, por lo que manifestaron la urgencia por parte del Ayuntamiento en construir los drenajes lo más pronto posible.25 Además de quejas sobre “la existencia de desechos orgánicos en descomposición en las viviendas y la vía pública, convivencia con animales (cerdos, equinos, vacunos, caprinos) y la ausencia de una cultura ligada a la higiene personal y urbana” (Cuenya, 1994, p. 70).
Una de las principales preocupaciones fue el hacinamiento de las viviendas y el aseo de las mismas. Una nota del periódico del 28 de octubre de 1955 señalaba que muchas de las vecindades que se encontraban en el estado presentaban una gama de problemas arquitectónicos y de aseo, tales como charcos de aguas negras en el patio, sanitarios insuficientes y sin agua, cuartos pequeños y sencillos, húmedos con techos de cartón y paredes de lodo en donde las familias vivían aglomeradas, y cuyas rentas eran de 50 pesos mensuales. Usualmente las paredes de la mayoría de las vecindades presentaban cuarteaduras, lo que originaba humedad y desplome de alguna de estas. Todos estos factores representaron un peligro para la salud y un ambiente propicio para el desarrollo de diversos agentes patógenos causantes de enfermedades infecto-contagiosas entre las que se encontraba la poliomielitis.26 Los inquilinos solicitaban a los dueños de las vecindades a realizar las reparaciones pertinentes y a asear en las primeras horas de la mañana los inodoros, caños, patios, escaleras, pasillos y corredores de uso común, entre otros espacios; situación que no fue atendida.
En la siguiente caricatura hecha por Valenzuela y titulada “Respuesta” (véase Figura 2) observamos en el centro de la imagen a un masculino de estatura baja, sin cabello, con lentes, usa bigote, lleva puesta una camisa de color negro y pantalones sostenidos por un cinturón. En la prenda podemos ver la palabra “caserOs” haciendo alusión a que son dueños de algunas casas o vecindades y que las alquilan a otras personas para que estas mismas la habiten.
Por las características del trazo vemos que es un adulto tardío; es decir, que está entre los 50 y 60 años de edad. Nuestro personaje está parado sobre una mancha negra que domina toda la imagen. No se le ven los pies, ya que están hundidos dentro de la cavidad. Da la impresión que es un charco de lodo. Ambas manos del personaje están oscurecidas, dicho de otra forma, están sucias, llenas de mugre y lodo debido a que lanzó este lodo mugroso a una pared que esta frente a él y donde se encuentra un anuncio o cartel de un niño con playera y pantalón corto dejando ver sus piernas delgadas y sin movimiento, está usando muletas, indicación que es una persona con parálisis permanente en ambas piernas, resultado de que tuvo poliomielitis. Arriba de la cabeza del niño se lee: “ayuDe” y del lado izquierdo del infante (derecha para el observador) aparece la leyenda: “campaña antipOliO”. En la parte baja de la caricatura se lee el siguiente mensaje: “Las vecindades-pocilga contra nuestros niños”. Al fondo de la imagen se ven las dos torres de la Catedral Metropolitana de Guadalajara, distintivo que ya expliqué párrafos arriba.
La cruzada anti-polio fue una acción llevada a cabo por parte de la Dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento y el Departamento de Aseo Municipal, conjuntamente con los Servicios Coordinados de Salubridad y Asistencia Pública para limpiar y sanear mercados públicos, parques y jardines, terrenos baldíos en donde se acumulaba basura, centros de reunión y principalmente vecindades con el objetivo de evitar que se desarrollaran en Guadalajara epidemias como la poliomielitis.27
Para el caso de las vecindades, cuyo origen se remonta a la época de la revolución mexicana, fueron espacios arquitectónicos desarrollados alrededor de un patio común en donde vivían familias con un mayor número de miembros y quienes compartían con otras personas agua, luz, baño, entre otros servicios, y participaban en diversas actividades. Brigadas terrestres de parte de los Servicios Coordinados de Salubridad se encargarían de limpiar y rociar con DDT (dicloro, difenil, tricloroetano) lotes baldíos, basureros, casas abandonadas, zahúrdas y vecindades consideradas pocilgas en los cuales algunos insectos (moscas y mosquitos) pudieran transmitir enfermedades como tosferina, difteria, poliomielitis, entre otras.28
Jalisco no fue ajeno a estos problemas, muchas de las vecindades compartieron los mismos problemas de salud. En distintas vecindades de la ciudad vivían familias tapatías en condiciones sanitarias que eran óptimas para el desarrollo de cualquier epidemia. Por ejemplo, vecindades como la número 548 de la calle Juan Díaz Covarrubias;29 la que se ubicaba en Vicente Guerrero número 154;30 la vecindad de Abascal y Souza con el número 420;31 la vecindad ubicada en Cabañas número 63, cuya dueña es Sofía Trejo;32 la vecindad que se ubicaba en la calle de Moro número 275 en donde vivían más de 100 niños;33 la vecindad de Gante número 533, propiedad de Miguel Casillas;34 la vecindad que se encontraba en el número 538 de la calle Juan Díaz Covarrubias,35 y la vecindad ubicada en el número 537 de la calle Cuitláhuac, en donde habitaban 55 personas.36 Todos estos fueron espacios comunes donde las inmundicias, desperfectos en los drenajes de los excusados, acumulamiento de basura, agua contaminada, familias apiñadas en cuartos redondos con pisos de tierra, sin luz, sin servicios sanitarios, propició que enfermedades como la parálisis infantil avanzará en forma incontrolable.37
Los inquilinos pedían con urgencia que los dueños se hicieran cargo de sanear las vecindades mejorando los pisos y los techos, aumentar el número de sanitarios cuando menos a uno por cada tres familias, reparar las escaleras que conducían a la segunda planta, ente otros trabajos indispensables para hacer habitables sus viviendas.38
Los ocupantes se comprometían a mantener los espacios aseados y limpios y al cuidado de la infraestructura, pero la realidad fue otra, la actitud por parte de los dueños fue de incoherencia, hipocresía e inconsciencia, ya que no se preocuparon por arreglar los desperfectos e higienizar el lugar. Su única inquietud fue el de recibir puntualmente las rentas de las habitaciones. Al mismo tiempo los inquilinos no se explicaban la actitud de las autoridades de los Servicios Coordinados de Salubridad ante la situación y no hacían nada para remediarlo; es más, estos mismos pugnaban por combatir las epidemias y exhortaban al público a prevenirse contra la poliomielitis.39
Nada hizo salubridad y la situación empeoraba día a día. Una nota periodística resumía perfectamente esta situación: “toda la propaganda escrita o verbal que se haga en favor de la campaña contra la parálisis infantil se estrella ante esta realidad”.40 Tras amargas experiencias que habían dejado las epidemias del siglo xix, se había desarrollado una gran preocupación por la salud pública (Solís, 1993, p. 39) y por las nuevas epidemias que circulaban en la población como la poliomielitis. Para el año de 1956, los Servicios Coordinados de Salubridad del Estado reportaron un total de 66 casos, en su mayoría niños del sexo masculino; era urgente la aparición de una vacuna.
En el año de 1952 el virologo americano Jonas Edward Salk desarrolló una vacuna inyectable con base en virus muertos y que había tenido éxito en experimentos realizados en monos (Macacus rhesus y Macacus cinomolgus), pero no había sido probada todavía en humanos. “El 12 de abril de 1955 se anunció que la vacuna obtenida por Salk y su equipo era un 90% eficaz en la prevención de la polio paralítica” (García Sánchez et al., 2015, p. 73). Salk se volvió el héroe de la guerra contra la polio.
“La vacuna opera”. Estas fueron las primeras palabras que anunciaron el resultado de una evaluación totalmente científica de la prueba en masa efectuada la primavera del año 1954 con más de 1 800 000 niños americanos.41 Estos niños voluntarios fueron conocidos como los “pioneros de la polio” (Llanas, 2014, p. 68). El combate contra la poliomielitis en México “comenzó una vez publicados los descubrimientos de Jonas Salk, con la introducción de su vacuna en 1956” (Tiznado, 2021, p. 47) y en Guadalajara, los Servicios Coordinados de Salubridad y Asistencia Pública celebraban con entusiasmo el nuevo descubrimiento que evitaría que la polio hiciera más víctimas entre los jaliscienses.42 No sería hasta mediados del mes de junio cuando llegarían al estado de Jalisco las primeras 500 dosis de vacuna Salk, elaborada en México por la División de Investigación Biológica de la Industria Nacional QuímicoFarmacéutica43 y el 20 de julio de 1956 daría inicio la primera campaña de vacunación en el estado.44 Los primeros niños en recibir la vacuna se encontraban viviendo en la vecindad ubicada en el número 197 de la calle de Las Rosas.45
Se pensó que, con la aplicación de esta vacuna, se pondría fin a la enfermedad en Jalisco, pero no fue así, para 1957 los Servicios Coordinados registraron un total de 270 personas enfermas; para 1958 descenderían a 45 los casos. La polio cedió tregua en este año, pero para 1959 continuaría avanzando incontenible a tales niveles que ya nada la podía detener. El Sol de Guadalajara publicó el 13 de agosto de 1959 que la poliomielitis había ya roto todos los records de contagio al contabilizar para fin de año un total de 379 casos. ¿Qué había causado esta alza de personas contagiadas existiendo ya en circulación una vacuna? Todos los días los Servicios Coordinados exhortaban a los padres de familia a llevar a sus hijos a aplicarles la dosis correspondiente de vacuna Salk a las oficinas de Salubridad ubicadas en la calle Dr. Baeza Alzaga, entre las calles Independencia y Juan Manuel, zona Centro,46 pero no lo estaban haciendo; una de las causas por la que no había sido posible desterrar la poliomielitis de Guadalajara fue por la apatía de la mayoría de los padres de familia que no llevan a vacunar oportunamente a sus hijos, y esta situación nos remite a la siguiente caricatura.
Valenzuela supo plasmar en unos cuantos trazos la grave situación en la que se encontraba la población infantil en Guadalajara. En la caricatura titulada ¡Qué Barbaridad! (véase Figura 3) podemos apreciar dos escenas: en la primera vemos al fondo a un masculino viendo y sosteniendo en su mano derecha un tubo de ensayo que como sabemos se utiliza en los laboratorios para contener muestras biológicas y que, en este caso, es un tubo de ensayo con muestras de la vacuna. En la cara del hombre podemos ver unos lentes y las características entradas en la zona de la cabeza donde no hay cabello, probablemente síntoma de alopecia; usa una indumentaria de laboratorio, se aprecia un reloj en la mano izquierda donde toca unos papeles.
Por toda la habitación se ven hojas de papel que indudablemente contienen los datos de la formula. Atrás de su cabeza vemos un reloj de arena que se utilizaba para medir un periodo de tiempo. Podemos asegurar que el personaje es el Dr. Jonas Edward Salk y está en carrera contra reloj para encontrar una vacuna contra la poliomielitis. Este acontecimiento sucedió en el año de 1952. Tuvieron que pasar 43 años para que una vacuna se lograra.
Mientras que el Dr. Salk había creado una vacuna contra la enfermedad para inmunizar a todos los niños del planeta, en la segunda escena vemos a un adulto masculino durmiendo en un sillón cómodamente y recargando su cabeza en una almohada, así lo vemos en la onomatopeya z que representa el estado de reposo en que se encuentra y quizá roncando. En los pantalones podemos leer: “Algunos padres de familia”. Al lado de nuestro personaje vemos un ejemplar de un periódico que en la primera plana se muestra la noticia más relevante del día y esta dice: “Terrible aumento del polio en Guadalajara” y en la parte baja de la caricatura el autor de la imagen le atribuye esta alza a la siguiente causa: “¡Después de tanto esfuerzo para encontrar la vacuna Salk, contra la polio, que haya quien no se ‘moleste’ en hacerla aplicar a sus hijos!”.
El mensaje es muy claro, el hombre adulto es indiferente y no empatiza con la situación. Un nutrido grupo de padres de familia irresponsables se oponen a llevar a sus hijos a vacunar o a ocultarlos cuando se presentaban en los domicilios las brigadas de salubridad. El siguiente mensaje resume la situación de algunos padres de familia: “Tu pereza para acudir a los Centros de vacunación puede significar mañana la invalidez para tus hijos. Protégelos con la vacuna por vía bucal” (Porras et al., 2013, p. 220).
Los padres debían convencerse de que, al impedir la labor de inmunización, dejan a sus hijos a merced de un mal terrible como es la parálisis infantil que cuando no causaba la muerte del enfermo, dejaba en él dolorosas secuelas como la incapacidad física total o parcial.47 Pasaban los meses y muy pocos jefes del hogar cumplían con este deber. Tenían que esperar a que se desencadenara una epidemia cuando comprendían la gravedad del problema y se formaban en las clínicas de salud o dispensarios médicos buscando la aplicación del biológico. Por lo tanto, si se quería evitar un incremento de casos, se exhortaba a los tapatíos llevar a sus hijos a vacunar y a cumplir con las tres dosis requeridas, lamentablemente muchos no completaban las dosis requeridas para que el niño quedara inmunizado. Esta situación nos conduce a la siguiente caricatura.
Guadalajara seguía presentando casos entre la población infantil, a ritmo de dos casos diarios, por lo que la incidencia de la enfermedad no había disminuido y por lo tanto los menores de 5 años que no habían recibido la vacuna estaban en grave peligro de contraer la enfermedad. Un nutrido grupo de padres acudieron a presentar a sus niños para que les fuera aplicada la primera dosis de la vacuna Salk, pero se notaba su morosidad para llevarlos a administrar la segunda y tercera dosis y como consecuencia, se encontraban en peligro de ser atacados por la poliomielitis. Valenzuela supo representar bien esta situación y elaboró una caricatura publicada el 23 de junio de 1959 en El Sol de Guadalajara titulada: “¿Solamente una vez vacunó a sus Niños?” (véase Figura 4). Este fue uno de los años que más estragos causo la polio en el país y en Guadalajara. Para la República Mexicana se contabilizaron 1 877 casos y en Jalisco se reportó un total de 379 personas infectadas por poliomielitis, uno de los peores años desde que inició la “pandemia”.
Fuente: El Sol de Guadalajara, 23 de junio de 1959, núm. 3532, sección i, p. 2.
A principios y mediados del siglo XX se presentaron brotes epidémicos de gran magnitud en diferentes latitudes del planeta, estas se presentaban a escala global, en forma anual, por lo que para algunos historiadores de la medicina la poliomielitis, más que una epidemia, fue una pandemia y así nos lo deja ver la Dra. Porras en el libro, El Drama de la Polio. Un Problema Social y Familiar en la España Franquista. En este texto, la investigadora señala que la poliomielitis fue un grave problema mundial convirtiéndose en una pandemia al extenderse geográficamente a varios países (Porras et al., 2013, p. 26).
Siguiendo esta misma línea, para el Dr. Cuenya (1994, p. 117), una epidemia es una enfermedad que afecta a un grupo de personas, una región, ciudad o país. Se convierte en endémica cuando queda de manera permanente en una región rebrotando periódicamente. Cuando una epidemia se extiende por varios países, en el nivel continental o mundial, se convierte en “pandemia”, como sucedió con el cólera morbus, que afectó América, África y Asia; la viruela y el sarampión en el siglo XVI afectando la América colonial española; la influenza española en 1918 causando la muerte de millones de personas; la poliomielitis en la década de 1950, entre otras.
En la imagen vemos a la enfermedad de forma fantasmal, no se le ve el rostro más que los ojos que están dirigidos al niño. Lo observa detenidamente esperando el momento de atacar, en la capucha de la figura se lee a un lado la palabra ‘polio’. Vemos a un niño pequeño adentro de lo que parece ser su vivienda, probablemente una vecindad, el niño usa una playera de rayas con un pantalón con tirantes. Podemos darnos cuenta que es una prenda conocida como pantalón de peto, ropa cómoda que utilizaban diariamente la mayoría de los niños. El niño porta en la bolsa derecha de su pantalón una resortera o tirador, un juguete tradicional de madera para niños que empleaban para lanzar piedras o alguna especie de proyectil. Se le utilizaba para abatir pájaros o reptiles, pero también para lastimar a otras personas, por loque se le consideraba un juguete peligroso. En la cabeza del niño se lee: “Niños inmunizados a medias” y por lo que se ve, el niño está en acción de salir a jugar con su resortera, mientras la polio espera pacientemente a que salga de la vivienda para ejecutar su ataque. Al fondo de la caricatura se distinguen las dos torres de la Catedral de Guadalajara.
En la parte baja de la caricatura se lee el siguiente mensaje: “Entonces usted cerró las puertas a la enfermedad … solamente a medias”, refiriéndose a los padres negligentes e irresponsables por no llevar a sus hijos a completar el esquema de vacunación que consistió en la aplicación de tres dosis. La aplicación de estas tres dosis era indispensable para obtener una inmunización completa, por lo que era responsabilidad la vacunación de sus hijos de tres meses a cinco años de edad. Cada una de las dosis debía recibirse con intervalo de un mes.48 Durante el año de 1959, la poliomielitis cobró en Guadalajara un número sin precedente de víctimas. Inútiles fueron todos los llamados de las autoridades sanitarias para que los padres de familia llevaran a tiempo a inmunizar a sus hijos. Tan solo cuando se desarrollaba la epidemia asistían a los centros de salud a que les aplicaran la vacuna; por consecuencia, hubo ocasiones en que la vacuna se agotó y en otros casos los niños fueron atacados por la parálisis cuando apenas habían recibido la primera dosis.49
El principal rasgo característico de la poliomielitis es su capacidad de haber dejado graves secuelas bajo la forma de parálisis y deformidades músculo-esqueléticas que casi siempre terminaban en resolución quirúrgica. Esta última es la que posee un mayor impacto en la vida de las personas afectadas por la enfermedad, dada la mayor discapacidad a que da lugar en ellas por el efecto crónico de las secuelas subsiguientes a la polio. (Porras et al., 2013, p. 20)
La parálisis hizo que algunos niños y adultos tuvieran dificultad para caminar o estar de pie teniendo que depender de aparatos ortopédicos como andaderas, bastones, sillas de rueda y muletas. Valenzuela supo representar muy bien esta preocupante situación y como una manera de concientizar a los lectores, principalmente a los padres de familia, sobre la importancia de la vacunación y las consecuencias de no hacerlo, nos dejó esta extraordinaria caricatura publicada el 19 de agosto de 1961.
La caricatura comienza con la frase: “¿Dice Usted…” y continua en la parte baja: “que haría cualquier cosa por sus hijos? ¡Llévelos a vacunar contra la polio!” (véase Figura 5). El mensaje es muy directo, si realmente les importaban sus hijos llévelos a aplicar las tres dosis de la vacuna en alguno de los centros de salud, si no, aténgase a las consecuencias. En el centro de la imagen vemos a un niño masculino pegándole a una pelota: un niño que juega es un niño feliz y alegre sin preocupaciones, pero su sombra, mucho mayor, proyecta otra realidad: la de un niño con discapacidad, un niño que, por no vacunarse, presenta en su cuerpo deformaciones, se arrastra por el suelo al presentar parálisis en ambas piernas, sin fuerzas para andar por tener los músculos atrofiados; al final, es “aprender a vivir con la polio”. Al fondo vemos la ciudad de Guadalajara y las dos torres de la Catedral.
El parteaguas en la lucha contra la poliomielitis en México fue en 1960, cuando se inició la producción de vacuna Sabin en el Instituto Nacional de Virología, bajo la supervisión del mismo Dr. Albert Sabin (Montoya et al., 2006, p. 51). México había formado parte del estudio de efectividad de dicha vacuna en 1959, durante su etapa de prueba en el “Estudio Toluca” para la vacunación masiva. El trabajo de Sabin ya era conocido por los médicos mexicanos. Algunos de ellos, como el doctor Federico Gómez, director del Hospital Infantil de México y Manuel Ramos Álvarez, quien fuera becario en el laboratorio de Sabin, buscaron que la vacuna oral se produjera en México (Velázquez, 2017, p. 639). La producción de la vacuna Sabin en laboratorios mexicanos facilitó su distribución a todo el país, y a partir de 1961, fue esta la que se utilizó en la campaña de vacunación antipoliomielitis en Jalisco.
Jalisco inició la campaña de vacunación con Sabin el 28 de enero de 1962 abarcando 14 principales poblaciones de la entidad. El 24 de octubre a las 9:00 de la mañana, los Servicios Coordinados de Salubridad y Asistencia en el Estado de Guadalajara realizaron una vacunación masiva que no tuvo precedentes. Con una existencia de 195 000 dosis de vacuna Sabin, y con la colaboración de 3 000 personas se puso en marcha la campaña masiva de inmunización. Calle por calle, casa por casa, las brigadas sanitarias realizaron su humanitaria tarea pese a los obstáculos, con el objetivo de impedir que la parálisis infantil cobrara mayor cantidad de víctimas.50
Este importante acontecimiento fue retratado por Valenzuela en una caricatura que fue publicada el 25 de octubre de 1962 y titulada: “Cruzada Anti-poliomielítica” (véase Figura 6). En ella podemos apreciar a un caballero de tipo medieval usando su armadura compuesta de casco, visera, peto (cubría el pecho), guantelete, falda de la loriga, rodillera y escarpe (en el pie). Va montado a caballo dispuesto a defender y a proteger a los niños de Guadalajara de la poliomielitis, ya que en el brazo derecho lleva una poderosa arma: una jeringa, y en la punta de la misma está insertada una especie de banderín con el lema: “Vacunación contra la polio”, haciendo referencia a la vacuna de Jonas Salk como el arma predilecta para combatir tan terrible mal. Del lado izquierdo lleva un escudo con la frase: “Campaña Nacional de Salubridad”. Campaña masiva contra la polio en donde se aplicarían 195 dosis de vacuna Sabin y en caso de agotarse, utilizar la vacuna Salk. Se establecieron 800 puestos de vacunación en los cuatros sectores de la ciudad (Hidalgo, Libertad, Juárez y Reforma)51 atendido por un vacunador y seis promotores encargados de visitar cada domicilio de cada manzana exhortando a los padres de familia a que protejan a sus hijos en contra de la polio.52 Esta cruzada tuvo una duración de 4 días, pero se extendió a 15 días más.
Fuente: El Sol de Guadalajara, 25 de octubre de 1962, núm. 5035, sección i, p. 2.
Esta cruzada era una muestra de que era posible ganar la batalla contra la enfermedad, cuya meta no sería solamente controlar los brotes epidémicos o disminuir el número de casos, sino alcanzar su desaparición, y para cumplirlo, se necesitó el apoyo de los padres de familia a que acudieran a los centros de salud a vacunar a sus hijos.53 En la frase que acompaña la caricatura y que se ubica en la parte baja describe esta situación: “En una lucha para defensa de sus hijos, ¡los padres de familia no pueden dejar de participar!”.
Fue necesario sensibilizar a la población publicando los nuevos casos en la entidad en diarios locales mencionando que había abasto suficiente de vacunas en cada centro de salud de la ciudad y haciendo énfasis en los peligros que suponía la enfermedad y las secuelas permanentes que podía generar. (Tiznado, 2021, p. 48)
Por último, y como podemos ver en todas las caricaturas de Valenzuela, al lado derecho de la figura del caballero nuevamente se aprecian las torres de la Catedral. El año de 1962 terminaría con 483 casos en todo el país, mientras que Jalisco reportaría al final 37. Con algunos obstáculos y contratiempos como el rechazo a su aplicación, sea por desconocimiento, miedo o desconfianza, el combate a las enfermedades es primordial y las campañas de vacunación cumplen con esta función.
Las estrategias preventivas contra la poliomielitis mediante las campañas de vacunación masiva culminaron en 1990 “con el último caso en el país en la persona de Luis Miguel Valencia Castellanos” (González, 2018, p. 50), mientras que, en 1994, México fue declarado “País libre de poliomielitis” por la Organización Panamericana de la Salud (Ops) y actualmente la poliomielitis se le considera erradicada. En 2020, Nigeria fue el último país en ser declarado libre de polio, aunque el riesgo de propagación sigue siendo alto en el nivel internacional debido a la falta de campañas de vacunación por culpa de las guerras y otras interrupciones tal como sucedió el 16 de agosto de 2024, cuando la Organización Mundial de la Salud (Oms) confirmó el primer caso de poliomielitis tipo 2 en un niño de 10 meses en la Franja de Gaza, Palestina, después de haber estado libre de la enfermedad por 25 años. El infante no recibió ninguna de las dos vacunas debido al conflicto bélico.
Conclusión
Todo este conjunto de caricaturas publicadas ofrece una diversidad de abordajes respecto del tema de la poliomielitis. Por una parte, fue el de generar conciencia entre la población sobre la importancia de la limpieza de los mercados públicos; la limpieza del hogar y del entorno en donde se ubicaba; la limpieza corporal como el lavado de manos y de la cara; la higienización de templos, escuelas, cines y demás centros de reunión; la importancia de quedarse en casa para no ser contagiado y dejar de lado la convivencia social y las multitudes mientras duraban los brotes de polio como mecanismo preventivo para salvar la vida de los infantes. Por otro lado, identifican aspectos como la falta de información sobre la enfermedad y como prevenirla trayendo como resultado una gran angustia entre la población sobre todo de los padres de familia que temían por el bienestar y la salud de sus hijos; la falta de concientización por parte de los padres sobre la importancia de vacunar a sus hijos como herramienta efectiva para proteger la salud de los mismos y los riesgos que implicaba para la persona que no se vacuna.
La solicitud que hemos querido argumentar en estas cuartillas es sencilla: que se utilice la caricatura de tipo editorial como un espacio de lectura detenida, de conocimiento, de reflexión y de análisis. Una virtud de esta caricatura es que atiende a la cotidianeidad, a lo inmediato, por ello, las caricaturas de la poliomielitis encontraron en un medio de comunicación como el periódico, un sitio en donde mucha gente podía verlo e informarse, pero al mismo tiempo crear conciencia sobre la gravedad que representaba la enfermedad en los niños. El ingenio del caricaturista Valenzuela y su modo de incorporar en sus viñetas las representaciones de la poliomielitis, ayudaron a comprender la realidad de la enfermedad en el estado de Jalisco y su aparente control gracias a las vacunas.
La caricatura editorial de El Sol de Guadalajara se orientó en dos líneas: a) centrada en la prevención y medidas de higiene que se debían de seguir por parte de los tapatíos para prevenir enfermedades entre ellas la poliomielitis, y b) la importancia de la vacuna y su aplicación a la población menor de 6 años. Desde 1956 se ofertó la vacuna Salk en los centros de salud de Guadalajara y su aplicación fue gratuita, aunque para quien tuviera la posibilidad de comprarla tenía un costo de 25 pesos y se podía adquirir en la casa Beick Félix mediante receta médica.54 En 1960 se comenzó a aplicarse la Sabin a 80% de la población infantil en edades comprendidas entre un mes de nacidos y los 5 años, cuyo número total ascendía a 12 242 dosis.55 Aparte de todo lo anterior, hemos interpretado con la mayor precisión posible el significado de las caricaturas aquí reproducidas, siempre tomando en cuenta el contexto en el que fueron hechas. Creo que este esfuerzo es un primer acercamiento al tema de las primeras caricaturas de una enfermedad en México y es una invitación a historiadores y personas interesadas para que inicien estudios sobre representaciones de alguna enfermedad en publicaciones periódicas de circulación nacional. El campo es amplio y profundo.
Lista de Referencias Archivos
AGEP - Archivo General del Estado de Puebla. Puebla de Zaragoza.
BEPJ - Biblioteca Pública del Estado de Jalisco “Juan José Arreola”, Hemeroteca Histórica. Guadalajara.
Hemerografía
El Sol de Guadalajara. Guadalajara.
El Sol de Puebla. Puebla de Zaragoza. Milenio Diario. Ciudad de México.
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1
El Sol de Guadalajara, 6 de junio de 1955, p. 4.
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2
El Sol de Guadalajara, 22 de abril de 1955, p. 4.
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3
El Sol de Guadalajara, 4 de julio de 1955, p. 1.
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4
Forma de poliomielitis que afecta a los músculos respiratorios como el diafragma y los músculos intercostales provocando asfixia. Si no se atendía a tiempo con ayuda de un pulmotor, causaba la muerte.
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5
El Sol de Guadalajara, 27 de agosto de 1949, p. 1.
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6
El Sol de Guadalajara, 3 de octubre de 1949, p. 3.
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7
El Sol de Guadalajara, 10 de marzo de 1948, p. 3.
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8
El Sol de Guadalajara, 5 de julio de 1950, p. 3.
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9
El Sol de Guadalajara, 7 de febrero de 1956, p. 4.
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10
El Sol de Guadalajara, 24 de enero de 1957, p. 1.
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11
El Sol de Guadalajara, 7 de julio de 1959, p. 1.
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12
La noticia es un hecho verdadero inédito o actual, de interés general, que se comunica a un público que pueda considerarse masivo (Torres Acuña, 1977).
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13
El Sol de Puebla, El Sol de México, El Sol de Sinaloa y El Sol Guadalajara.
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14
A su inauguración asistieron el gobernador de Jalisco de 1947 a 1953, Jesús González Gallo y su esposa Paz Gortázar Gutiérrez; el arzobispo Garibi Rivera; el secretario de Comunicaciones y Transportes, Agustín García López; el senador Adolfo López Mateos; el presidente municipal de Guadalajara de 1947 a 1948, Heliodoro Hernández Loza, entre otras personalidades (Sánchez, 1992, p. 16).
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15
El Sol de Guadalajara, 23 de mayo de 1949, p. 3.
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16
Comunicación personal vía correo electrónico, 2 de febrero de 2024.
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17
El Sol de Guadalajara, 12 de enero de 1959, p. 5.
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18
Agradezco especialmente al personal encargado su ayuda durante el periodo de consultas.
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19
Archivo General del Estado de Puebla (AGEP), fondo Salud, 1973.
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20
El Sol de Guadalajara, 22 de octubre de 1949, p. 3.
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21
El Sol de Guadalajara, 18 de septiembre de 1949, p. 3.
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22
El Sol de Guadalajara, 17 de julio de 1951, p. 1.
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23
El Sol de Guadalajara, 4 de abril de 1953, p. 1.
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24
El Sol de Guadalajara, 9 de octubre de 1949, p. 1.
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25
El Sol de Guadalajara, 19 de enero de 1957, p. 1.
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26
El Sol de Guadalajara, 28 de octubre de 1955, p. 1.
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27
El Sol de Guadalajara, 23 de marzo de 1953, p. 1.
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28
El Sol de Guadalajara, 12 de junio de 1957, p. 2.
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29
El Sol de Guadalajara, 9 abril 1958, sección ii, p. 4.
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30
El Sol de Guadalajara, 5 enero 1957, p. 1.
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31
El Sol de Guadalajara, 4 mayo 1956, p. 1.
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32
El Sol de Guadalajara, 28 octubre 1955, p. 1.
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33
El Sol de Guadalajara, 9 octubre 1955, p. 1.
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34
El Sol de Guadalajara,14 abril 1954, sección iia, p. 4.
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35
El Sol de Guadalajara, 14 abril 1954, sección iib, p. 4.
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36
El Sol de Guadalajara, 16 enero 1953, p. 1.
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37
El Sol de Guadalajara, 3 de mayo de 1956, p. 2.
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38
El Sol de Guadalajara, 30 de octubre de 1955, p. 1.
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39
El Sol de Guadalajara, 2 de mayo de 1956, p. 1.
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40
El Sol de Guadalajara, 3 de mayo de 1956, p. 2.
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41
El Sol de Puebla, 13 de abril de 1955, pp. 1, 3.
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42
El Sol de Guadalajara, 28 de enero de 1955, p. 1.
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43
El Sol de Guadalajara, 14 de julio de 1956, p. 1.
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44
El Sol de Guadalajara, 20 de julio de 1956, p. 1.
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45
El Sol de Guadalajara, 28 de julio de 1956, p. 1.
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46
El Sol de Guadalajara, 13 de enero de 1959, p. 1.
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47
El Sol de Guadalajara, 11 de mayo de 1960, p. 1.
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48
El Sol de Guadalajara, 9 de diciembre de 1959, p. 1.
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49
El Sol de Guadalajara, 27 de enero de 1960, p. 1.
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50
El Sol de Guadalajara, 30 de enero de 1962, p. 2.
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51
En el sector Juárez se vacunaron 15 000 niños; en el sector Hidalgo a 35 000 niños, y en los sectores Reforma y Libertad se inmunizaron 25 000 infantes. El Sol de Guadalajara, 26 octubre 1962, p. 1.
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52
El Sol de Guadalajara, 24 de octubre de 1962, p. 1.
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53
Apareció una caricatura similar en el periódico Milenio en donde su autor, el cartonista político tapatío José Antonio Baz “Jabaz”, recurrió a la figura del caballero medieval sosteniendo una jeringa como su arma; esta lleva por título: “La batalla por la vacuna” y refiere a la urgencia de crear una vacuna que le pusiera fin al virus causante de la pandemia por Covid-19: el SARS-COV 2 y a que no se le de una orientación política. Milenio, 18 de diciembre de 2020, p. 4.
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54
El Sol de Guadalajara, 7 de abril de 1956, p. 4.
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- » Recibido: 08/06/2024
- » Aceptado: 28/10/2024
- » : 01/05/2025» : 01/2025