Resumen
Este artículo analiza la decisión judicial que consideró a Timoteo Andrade y a otros dos mexicanos como inelegibles para obtener la ciudadanía estadounidense en 1935. La decisión fue tomada con base en la composición ‘racial’ de los solicitantes, habiendo sido el resultado del cabildeo de distintos grupos de interés. El rechazo a la petición de naturalización de Andrade creó tanta controversia entre funcionarios de los gobiernos de México y Estados Unidos que las autoridades de ambos países se pusieron de acuerdo para echarla para atrás. Se reflexiona sobre el caso desde la perspectiva mexicana y se revisan las implicaciones que tuvo la participación de grupos privados en la articulación del ideal de ciudadano en Estados Unidos. Además, se propone que, de manera similar a lo que ocurre en América Latina, la esfera privada ha tenido una gran influencia en la construcción del arquetipo legal y social del ciudadano en Estados Unidos. Más aun, el artículo argumenta que la apelación a este caso judicial expuso también algunos de los límites que tenían los procesos de construcción de ciudadanía que ocurrían al sur de la frontera durante la década de 1930.