Abstract
Cuando quedó establecida la corrida anual de la nao de China o galeón de Manila –hacia 1570– que enlazaba las Filipinas con el puerto de Acapulco, los puertos de Colima desempeñaron un papel estratégico: abastecían de víveres a la tripulación antes de su arribo final a Acapulco y, como se argumentó en alguna ocasión, fungieron como punto medular de contrabando de mercancías. A partir de entonces, la provincia de Colima mantuvo fuertes vínculos con el sudeste de Asia, vínculos que trascendieron el aspecto económico y que dieron paso a la escritura de una nueva página en la historia de Colima colonial: la llegada de numerosos asiáticos o “indios chinos” que se asentaron en territorio colimense. Las comunidades asiáticas en la Nueva España se caracterizaron por su dinamismo y adaptabilidad,1 y el caso particular de Colima es un ejemplo de ello. En Colima existió un sistema político de representación totalmente atípico, basado en un alcalde de chinos y otras autoridades auxiliares. La pregunta generadora de este artículo es ¿por qué fue en Colima donde surgió la figura del alcalde de chinos y no en otros lugares de la Nueva España con fuerte presencia filipina?.